نبذة مختصرة : A partir del hecho de haberme encontrado en el consultorio con algunos pacientes que refirieron algún evento de su pasado relacionado con situaciones de maltrato infantil, lo que aparentemente los llevó a reiterar conductas en contra de su propio hijo o a rever su actitud y preguntarse “¿qué me sucede?”, es que cobró forma en mi mente el tema acerca de la existencia de algún factor que alterara o condicionara la percepción del individuo y le hiciera creer que estaba habilitado para agredir a un menor y, en específico, a su hijo o hija. Posteriormente, basándome en la definición de fantasía respecto a que es un guion imaginario en el que se halla presente el sujeto y que representa, en forma más o menos deformada por los procesos defensivos, la realización de un deseo y, en último término, de un deseo inconsciente, y a que una idea refiere a una imagen o representación que de un objeto percibido queda en la mente como parte integrante del guion de la fantasía, surge como uno de los factores propiciatorios tanto de ideas como de fantasías las condiciones del entorno mediante sus restricciones promesas, premios, castigos, oportunidades, frustraciones y exigencias, es decir la cultura misma, que alteran el vínculo con la realidad, así como la identificación y significación de la misma
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