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Thou Shalt Not Misinterpret: Landscape as Legal Performance.

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  • معلومة اضافية
    • الموضوع:
    • نبذة مختصرة :
      Since the early 1990s cities and towns across the United States have been embroiled in a series of increasingly contentious lawsuits over displays of the Ten Commandments on government land. Part of a broader wave of litigation over religious iconography in public places, these cases are seen to embody a national confrontation between conservative Christians and their liberal enemies over the separation of church and state. In many cases, one side argues that the displays merely acknowledge the nation's Judeo-Christian heritage, the other that they alienate non-Christians and thus exclude them from public life. On both sides, efforts to explain how landscapes “speak”—and more important, to describe the psychological effects of such speech—have focused on the affective modalities of observation. How, courts ask, should a reasonable observer respond emotionally to religious symbols in the public square? What, if anything, is the political significance of his or her feelings? This debate is best understood as a form of agonistic social performance that serves not only to define substantive legal rights but also to shape the moral and aesthetic sensibilities of its audiences. By dramatizing landscape's power to inspire and overawe, alienate and offend, its adversaries seek to affirm different standards of public discourse and civic piety. In so doing, they ground the poetics of public space in the politics of national memory. [ABSTRACT FROM AUTHOR]
    • نبذة مختصرة :
      Desde principios de la década de los 90, varias ciudades y pueblos de todo Estados Unidos han estado enredados en una serie de demandas cada vez más conflictivas sobre la exhibición de los Diez Mandamientos en propiedades del gobierno. Estos casos, parte de una ola más amplia de pleitos sobre la iconografía religiosa en lugares públicos, son vistos como la expresión de una confrontación nacional de los cristianos conservadores con sus enemigos liberales sobre la separación entre la iglesia y el estado. En muchos casos, un lado argumenta que estas exhibiciones meramente representan la herencia judeocristiana del país, mientras el otro declara que se está alienando a los no cristianos y por lo tanto se les está excluyendo de la vida pública. En ambos lados, los esfuerzos para explicar cómo el paisaje "habla"—y más importante, para describir los efectos psicológicos de tal mensaje—se han concentrado en las modalidades afectivas de la observación. ?'Cómo, preguntan los tribunales, debe responder emocionalmente un observador razonable a los símbolos religiosos presentes en las áreas públicas? ?'Cuál es el significado político de sus sentimientos, si es que existe? Este debate se entiende mejor como una forma de desempeño social agonístico que sirve, no sólo para definir los derechos legales fundamentales, sino también para conformar las sensibilidades morales y estéticas de su público. Al dramatizar el poder del paisaje para inspirar e intimidar, alienar y ofender, sus adversarios buscan afirmar normas diferentes de discurso público y devoción cívica. Al hacerlo, mezclan la poesía de los espacios públicos en la política de la memoria nacional. [ABSTRACT FROM AUTHOR]